martes, abril 27, 2010

Venezuela: Las consecuencias de la politización de la Administración de Justicia

“El día que me meten presa considero que el sistema de administración de justicia independiente falleció“, dijo la jueza María Lourdes Afiuni en su pequeña celda iluminada con luz natural, en una cárcel de mujeres en la ciudad de Los Teques, vecina de Caracas. Detenida en una prisión a la que ella ha enviado varias convictas, dijo que el sistema judicial venezolano teme ahora hacer dictámenes que irriten al presidente Hugo Chávez. Sus adversarios lo acusan de autocrático.


El mandatario ha incrementado su influencia en el Poder Judicial desde que llegó a la presidencia en 1999, lo que ha sido denunciado por organismos internacionales, incluyendo el Tribunal Supremo de Justicia, cuya conformación fue alterada años atrás por la Asamblea Nacional que domina el “chavismo”.

Afiuni está separada de la población general de reclusas y usa en secreto la red social Twitter para comunicarse con el mundo exterior, pero asegura que ha recibido amenazas contra su vida.

La policía la arrestó en diciembre, luego de que liberó con prohibición de salida del país y régimen de presentación a un banquero acusado de corrupción que tenía tres años en detención preventiva, uno más de lo que permiten las leyes del país.

Chávez dijo en televisión que ella debía estar encarcelada por 30 años, la pena máxima del país, y dijo que en la época fundacional de Venezuela la hubieran fusilado.

“Mi detención sirve como amenaza a los jueces”

“Mi detención sirve como amenaza a todos los jueces, la mayoría tiene miedo”, dijo Afiuni sentada en un borde de su litera y fumando en lo que admite que es la “mejor suite” de la prisión, sin compañeras y con su propia ducha.

Las cárceles venezolanas están entre las más peligrosas del continente y cada año mueren cientos de personas en violentos enfrentamientos entre internos.

“Poco a poco se va politizando el sistema de administración de justicia”, dijo.

La acusación dice que la jueza permitió la evasión del banquero Eligio Cedeño sin advertir su salida a los fiscales, lo que le permitió escapar a Estados Unidos, donde permanece actualmente. Ella asegura que actuó ajustada a derecho.

“Sabía que este caso me iba a traer problemas (…) pensé que me suspenderían, me investigarían, pero jamás que me detendrían”, puntualizó.

“Vida amenazada”

En sus primeros días en la prisión, ubicada en una colina, algunas reclusas amenazaron con quemarla y en otras ocasiones en que las prisioneras entraron al pasillo donde está su celda dijeron que cortaría su cara y sacarían sus ojos, cuenta.

Defensores de derechos humanos dicen que Afiuni debe ser liberada bajo fianza y que su vida estará amenazada mientras permanezca en prisión. Expertos de Naciones Unidas dicen que su encarcelamiento socava el estado de derecho.

La Fiscalía afirma que está encarcelada en condiciones adecuadas. Su celda cierra por dentro con una frágil cerradura que se ha roto varias veces con un empujón.

En una ofensiva contra la oposición, varias figuras públicas han sido detenidas, incluso por opinar.

“Ya no guardan ni las formas, están más descarados”, dijo Afiuni respecto a la detención de Oswaldo Alvarez Paz, uno de los líderes del pequeño partido político Copei que acusó al Gobierno de Chávez de estar vinculado a grupos subversivos.

Afiuni explicó que basó la liberación a Cedeño en argumentos de Naciones Unidas sobre que el banquero tenía derecho a ser juzgado en libertad.

La primera audiencia de la jueza fue postergada para el 3 de mayo porque Chávez celebraba una parada de milicianos en las cercanías de los tribunales.

Se comunica a través de Twitter

Afiuni, que tiene una hija de 18 años de edad y vivía con sus padres antes de ir a la cárcel, dice que solía ser dura, pero que la prisión la cambiado su visión de la profesión.

Ahora tiene buenas relaciones con las reclusas de las siete celdas de su pasillo, incluyendo a una que lleva cuatro años presa sin jucio por un caso de secuestro y asesinato.

“No vuelvo a ser la misma jueza”, dice. “Yo era de los jueces que internamente decía ‘que se pudran’”, agregó. “Muchas personas tienen derecho de ser juzgado en libertad”, dijo.

Afiuni afirma que las autoridades de la prisión la han tratado bien en general, pero que se siente sola al no participar en actividades grupales temiendo por su vida.

Pero pese a la prohibición de tener teléfonos celulares en las cárceles, la jueza ha logrado reunir casi 10.000 seguidores en twitter (@mariafiuni).

Y quizás por su creciente presencia en internet, Afiuni dice que no descarta postularse a la elección legislativa de septiembre. En Venezuela los diputados tienen inmunidad y ella dice que su caso sería suspendido mientras ejerza el cargo.

Fuente: SUONTRAJ

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